Parece contra natura que nos hagamos daño a nosotros mismos, pero la realidad es que en muchas ocasiones nuestro ruido mental y el lenguaje que utilizamos no ayudan.
Imagina que vas entusiasmada a una entrevista de trabajo, es algo que esperabas hace tiempo y estas más que preparada para el puesto. Te has preparado mucho y estás feliz pero cuando llegas allí, hay 5 personas delante de ti.
Automáticamente tu pensamiento se dispara a sacar conclusiones sobre las probabilidades que tendrás, no lo voy a conseguir, quizá no estoy tan preparada, no me van a coger con tanta competencia, alguno será mejor que yo…
Tu cerebro automáticamente recibe lo que ha visto como una amenaza y anticipa todo lo malo que pueda ocurrir, los pensamientos negativos se agolpan en tu cabeza y cada vez se hacen más grandes hasta que llega la hora y te toca a ti.
¿Cómo crees que ha cambiado tu disposición mental desde que saliste de casa feliz y confiada a ahora que has entrado en el despacho para hacer tu entrevista?
¿Cuál crees que será el resultado más probable ahora?
Estas situaciones se repiten a diario en nuestra vida, y aprender a gestionarlas puede ser tan eficaz como fundamental;
- 1.) Comprende que te estás anticipando a lo que no sabes;
- A no ser que seas futuróloga, anticiparse a todo lo malo que pueda ocurrir solo te pondrá en una situación de fracaso garantizado.
- 2.) Pregúntate qué hay de cierto en lo que estás pensando
¿Crees que lo que piensas es exactamente así? ¿Qué garantías tienes de saber lo que va a pasar? ¿Puedes demostrarlo? Tu perspectiva es cómo interpretas tú la realidad, pero no tiene por qué ser cierta. - 3.) Reconoce el momento para saber pararlo.
Cuando seas consciente de que estás empezando a tener estos pensamientos negativos imagina que aparece en tu mente un semáforo en rojo que te indica Parar y filtrar el tráfico de tus pensamientos. - 4.) Cambia tu atención hacia lo que si te ayuda y tu suma;
- ¿Me va ayudar en algo pensar de esta manera?
Busca frases que si sumen concentrando tu lenguaje en mensajes solo en positivo; voy a lograrlo, tengo confianza, esto pasará, todo está bien.
- 5.) Lo que pensamos, lo creamos
El cerebro no distingue entre realidad o imaginación, por lo que todo lo que te digas a ti mismo lo crearás, tu predisposición está orientada a tener el resultado que te dices, así que si piensas que no serás el elegido y que no vales para ese puesto muy probablemente se acabe cumpliendo lo que dices, pero¿Qué podría pasar si pensaras todo lo contrario?
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